Yo...Ferroviario!

FERROCARRILES DEL SUD -- CARTA DE UN FERROVIARIO

Mi nombre es Nora Sangiorgi y soy hija de Espártaco Sangiorgi, FERROVIARIO.
Mi padre integró la Asociación Civil Amigos del Riel de la ciudad de Balcarce (Bs.As.) y durante años luchó por la restauración del viejo edificio de la Estación, en estado de abandono y destrucción realmente lamentable. Falleció el 29/06/2008 sin haber visto realizado su sueño.
Comparto a continuación su autobiografía de ferroviario, que escribió poco antes de partir.

Yo...Ferroviario!
-Nací en la Ciudad de Balcarce dentro del seno de una familia ferroviaria en el año 1924. Mi niñez transcurrió puedo decir dentro del Ferrocarril, lugar donde junto con otros chicos, teníamos como una obligación ir a la estación a esperar la llegada del tren de pasajeros, a quien lo recibíamos con nuestra canción que decía “Viene el tren…Viene el tren…Viene el tren…”y luego cuando partía “Se va el tren…Se va el tren. Se va el tren…” Se va el tren para luego regresar a nuestros hogares; recuerdo que la Estación se transformaba en una verdadera romería. Ya más grande comencé a interesarme por saber algo del Ferrocarril y de las distintas lecturas realizadas, puedo decir que el 24 de Febrero de 1892, se inauguraba la Estación del Ferrocarril junto con un tramo de vía de 88 km., que unía Ayacucho con Balcarce, con la llegada del primer tren.

Ese día fue una verdadera fiesta, donde la mayoría de la población concurrió a ese acontecimiento; estaba presente la Banda de Música; bombas de estruendo, y todos esperaban la llegada de un tren jamas visto, fue una gran alegría para la población.
Con el correr del tiempo se instalaría en el Partido el denominado Ferrocarril Económico (Decauville) de trocha angosta, autorizado por una Ordenanza Municipal del año 1920. En el año 1921 se inauguran los primeros 23 km. hasta el paraje del Sr. Croveto y Newton, con arranque en la estación Balcarce.
Picnic de la unión Ferroviaria por el 12 Aniversario - Locomotora de Líneas Férreas Económicas

Más tarde en el año 1922 se inaugura una extensión de 47 km. que llegaba hasta el paraje “El Rincón” y en Mayo del mismo año un tramo de 8 km. hasta “Puerta del Diablo”, Continuó extendiéndose llegando hasta Dos Naciones, también se construyó un ramal hasta “La Vigilancia”. Luego al difundirse el uso del camión aproximadamente en el año 1943, al ser desplazado por este medio, dejó de tener sentido, ordenándose el levantamiento del mismo, el cual se concretó a fines del año 1945. Se decidió el envío del material a la estación Ingeniero Foster en la Pampa, donde sería instalado para el transporte de la leña caldén. Pero este proyecto nunca se llevó a cabo.

De esta manera se cerró una etapa gloriosa de este medio de transporte.

Mi paso por el Ferrocarril, en aquella época Ferrocarril Sud, se inicia el día 30/11/39, cuando presenté mi pedido de ingreso al Ferrocarril. En esa época el Ferrocarril pertenecía a capitales ingleses, quienes otorgaban preferencia a los hijos de ferroviarios, para su ingreso.
A principio del año 1940, fui llamado para rendir examen de ingreso, que consistía en lo clásico de todo examen, o sea aritmética, dictado, caligrafía; quedando a la espera del resultado del mismo.

A fines del mes de Enero de 1940, me confirmaron como practicante sin sueldo, debiendo cumplir horario de 10 horas como lo hacía el resto del personal, dado que la estación Balcarce por su importancia trabajaba 10 horas.

Espártaco Sarconi 2do de izquierda a derechaMe asignaron para iniciar la práctica la oficina de encomiendas; allí el encargado de la misma me indicaba lo que debía hacer siempre bajo su supervisión, hasta que pudiera hacerlo solo; también debía aprender el telégrafo, pero eso no fue inconveniente dado que yo lo sabia por haberlo aprendido en forma particular.

Durante el tiempo que actuaba de practicante si era necesario reemplazar al mensajero debía hacerlo y me abonaban el o los días que actuaba como tal, siempre durante el mes se conseguía trabajar con sueldo algunos días.

Ese mismo año me ofrecieron ir a Ayacucho para reemplazar a un telegrafista, fui con un sueldo de $ 70, pagaba $ 45 en el hotel y me sobraban unos $ 19 dado que me descontaban para la jubilación el 8%., con ese dinero yo era un personaje.

Allí alcancé a estar hasta los primeros días del mes de Enero, dado que me ordenaron ir a Mar del Plata como refuerzo del telegrafista por la temporada estival 1940/41, allí percibía un sueldo de $ 90 y abonada $ 70 en el hotel “Don Bosco”; finalizada la temporada regresaba a Balcarce para continuar practicando; a Mar del Plata volví a ir para las temporadas estivales años 1941/42 y 1942/43. Ya en el 43 me designaron como mensajero efectivo, computándome todo el tiempo trabajado con sueldo, quedando establecida mi antigüedad el día 7/9/41 vale decir que esa fecha es la que me servía para solicitar puestos vacantes.

Durante mi carrera trabajé en varias categorías y estuve a cargo de la Jefatura en varias oportunidades especialmente durante la época del transporte de la papa.

Durante mi carrera siempre se comentaban algunas anécdotas, y yo puedo contar una que me pasó a mi: recuerdo que cuando fui nombrado mensajero efectivo mi madre me compró un traje para ir a trabajar que era de un color azul eléctrico tan fuerte que se podía ver de lejos , era el mes de Enero con un sol que quemaba la tierra , yo tomaba servicio a la 13 horas y comenzaba a salir en bicicleta para repartir telegramas, en esa época el telégrafo trabajaba mucho, especialmente el de las estaciones que no contaban con otro medio para comunicarse como lo eran Bosch- Ramos Otero- Napaleofú- San Manuel- Los Pinos – Nutrias y El Moro; no así San Agustín porque esta tenía telégrafo Nacional y el Ferrocarril solo trabajaba con los lugares que no tenían otro medio de comunicación; cuando regrese a mi casa a las 19 horas, mi mamá me estaba esperando en el umbral de la puerta del zaguán y la veo que se agarraba la cabeza y me decía alarmada : “qué te pasó?”, yo no entendía nada y me dijo “sacate el saco”, al mirarlo se veía de un color ladrillo en las partes donde el sol había estado más en contacto que el resto de la tela. Mi madre no lo podía creer, a la mañana siguiente fue a reclamar y le devolvieron el dinero.

Otra: en la oficina de encomiendas trabajaba como peón un español, que tenía la costumbre cuando le llamaban la atención por algo mal hecho, de decir “es igual”, pero en una oportunidad le acuerdan la licencia al capataz y como más antiguo él lo tiene que reemplazar. Una mañana estaban descargando los bultos de un vagón de encomiendas, al venir por la plataforma se traba una rueda de la carretilla y se caen algunos bultos, el capataz enojado les llama la atención, pero los empleados como ya lo conocían le contestan “es igual Mariano” y este se levanta como leche hervida y les contesta “No coño, que ahora no es igual”.

Otra que puedo recordar eran los pucheros de gallina que una vez por mes hacíamos con varios paperos, ellos traían todo y yo era el encargado de cocinar en una olla enorme que llevaba de mi casa, recuerdo que entraban 3 gallinas, chorizos y huesos de cerdo, papa y así pasábamos un momento de alegría.

El personal Ferroviario siempre fue catalogado como muy comilón, en mi turno yo tenia un peón llamado Cesar Mujica que le gustaba mucho ir a cazar ranas, le encargamos que cuando capturara unas cuantas las íbamos a cocinar; fue así como un día apareció con 20 ranas ya limpias, yo las tuve que llevar a mi casa, ponerlas en la heladera para el día siguiente que las iba a cocinar, otro compañero que como ferroviario era muy buen cocinero Isidoro Valiente, las preparó con arroz, morrones y demás condimentos para comerlas al medio día .

Recuerdo que estaba invitado a comer otro ferroviario Andrés Olivares que nunca había comido ranas y las miraba con desconfianza, pero cuando empezamos a comerlas si no nos apuramos nos quedamos con hambre.

Cuando quedé prescindible por reducción de personal año 1966, fui como auxiliar a la estación Miramar donde actué hasta el año 1979, fecha que ocupe el puesto de Relevante Gral., reemplazando a empleados de las estaciones Mar del Plata, Maipú, Parravicini, Vivoratá, trabajé además en las estaciones de Bosch y Los Pinos, lugar este donde conocí a la que hoy es mi compañera; hija también de ferroviario, una verdadera mujer , gracias a ella por su dedicación al hogar puedo decir que lo poco o mucho que hoy tenemos se lo debe a ella.

Hoy la Estación se yergue como un monumento más, a la desidia, el robo y el abandono.A partir del año 1984 pasé a la etapa de personal pasivo, y hoy solo quedan recuerdos de una vida entregada al Ferrocarril.

Como dato ilustrativo puedo recordar que en el año 1946, el Ferrocarril pasa a depender del Estado, el 1º de marzo de 1948 es Nacionalizado el Ferrocarril y en el año 1958 comienza una etapa de regresión.

En efecto, con Políticas a favor del desarrollo de la red caminera, se desarrollaron planes de clausuras de Estaciones y levantamientos de vías , fue así que en el año 1976 teníamos casi 42 mil kilómetros de vía y en el año 1980 solo alcanzaba a unos 34 mil.

Ya en 1989 se inicia un proceso de concesiones al capital privado de la red ferroviaria de cargas y pasajeros.

Luego de todo lo narrado uno solo se pregunta, como puede ser que cuando se inauguraba la estación en el año 1892 fuera todo alegría y en su clausura año 1993 no existió ningún comentario al respecto. Solamente la tristeza de algunos Ferroviarios que veían derrumbarse algo que siempre amaron.

Nuevamente al pensar y cerrar los ojos, siempre veo aquella estación llena de público con una enorme fila de mateos, que esperaban la llegada del tren y hoy solo quedan ruinas de aquella hermosa edificación, y viene a la memoria: qué diferencia tan grande entre aquellas Naciones que día a día tratan de tener un Ferrocarril cada vez más moderno y veloz y nosotros que solo vemos la forma de destruir lo poco que nos queda, provocándonos una verdadera vergüenza, que nos impide poder decir…..

Yo, Ferroviario!
Espártaco Sangiorgi

Gracias Nora Sangiorgi
27-10-2011