Un tren de alta velocidad descarriló en Galicia: al menos 78 muertos

FERROCARRILES DEL SUD  INTERNACIONAL DESTACADO

Al menos 78 muertos y más de 100 heridos, decenas de ellos de extrema gravedad, fue ayer el saldo de un brutal descarrilamiento cuando el tren de gran velocidad Alvia 151 tomó una “curva muy difícil” en la entrada de Santiago de Compostela, dijeron autoridades de la empresa estatal ferroviaria.
La maniobra fue realizada al doble de la velocidad permitida, que es de 80 kilómetros por hora. Como consecuencia, el convoy integrado por dos máquinas –delantera y trasera– y trece vagones saltó de las vías con 240 pasajeros a bordo.
Es la primera vez en España que se produce un accidente en las vías de Alta Velocidad (AVE).
Durante largas horas quedaron atrapados muchos viajeros entre los hierros retorcidos y los escombros de los vagones que dieron varias vueltas de campana y fueron a chocar contra un muro. Se produjeron incendios en la máquina de atrás del tren Alvia, que cubría el trayecto entre Madrid y Ferrol, y en tres de los vagones siniestrados. El descarrilamiento tuvo lugar en el kilómetro 84.3 de la vía del AVE Ourense–Santiago. El motor de una de las máquinas, de un gran volumen, salió despedido por el impacto.
Miles de personas desbordaban las calles de Santiago por la fiesta grande del Apóstol y el clima de fiesta pronto fue reemplazado por el dolor de la abrumadora tragedia. Las autoridades de la Xunta de Galicia suspendieron de inmediato las festividades.
Uno de los sectores más dañados se produjo cuando un vagón aplastó a otro provocando gran destrucción y víctimas. Como no se conseguía levantar el vagón, hubo que llamar de emergencia a una gigantesca grúa de gran porte.
El tren Alvia 151 es una formación que, técnicamente, está entre el AVE (Alta Velocidad Española) y los recorridos normales. Utiliza vías de ambas especialidades y puede llegar a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Su aspecto ultramoderno es similar a los famosos AVE. En las inmediaciones de la zona circulan trenes a 350 kilómetros por hora.
El descarrilamiento se produjo a las 20.42 hora española en la parroquia de Angrois a cuatro kilómetros de la estación central de Santiago de Compostela, pero ubicada dentro del casco urbano de la capital de la comunidad autónoma de Galicia.
Los vagones dieron varias vueltas de campana, algunos saltaron un muro aterrizando en una calzada próxima y otros se estrellaron contra el obstáculo. Seis vagones quedaron a un lado de un puente y otros cuatro y la máquina al otro lado. Otro voló sobre un talud a cinco metros de altura y a 15 de distancia de la vía.
“Fue espantoso porque el vagón no paraba de dar vueltas, se rompían los cristales y la estructura, lo que aumentó el número de heridos. La gente gritaba desesperada. Cuando terminó de dar vueltas, empezó un incendio. Nos rodeaban los muertos y heridos. Me salvé de milagro pero estoy herido”, declaró una de las víctimas.
Los vecinos fueron los primeros que acudieron al rescate. “Estábamos cenando y sentimos un ruido espantoso, una explosión que no terminaba. Nos asomamos a la ventana y vimos los vagones destrozados, cuerpos diseminados por todos lados y un humo intenso que salía de algunos vagones y una máquina”, acotó uno.
Los vecinos lanzaron mantas y hasta puertas para transportar a los heridos en varios automóviles particulares. Mientras tanto, comenzaron a llegar ambulancias, patrulleros bomberos, policías municipales y nacionales.
Con el correr el tiempo se improvisó un hospital de campaña mientras el Hospital Clínico de Santiago y el Centro de Transfusiones de Galicia pedían voluntarios para donar sangre y se convocaba por radio y televisión a médicos, enfermeros y técnicos sanitarios que estaban de franco a concurrir de inmediato a los nosocomios de la zona.
Estos centros quedaron colapsados y se aconsejó a los donantes a acudir a los centros hospitalarios de Coruña y Vigo.
Al caer la noche, el espectáculo en la zona del siniestro era dramático ya que todavía quedan víctimas atrapadas entre los escombros. Continuaba el ir y venir de ambulancias y bomberos y el ulular de las sirenas estremeció el vecindario durante varias horas.
El grupo de intervención psicológica en catástrofes y emergencias (GIPCE) ha sido alertado. Además, acudieron al lugar del siniestro los bomberos de Santiago, Boiro, Arzúa, Ordes, Santa Comba y Deza, así como las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de A Estrada, Teo y Padrón. La Policía Autonómica gallega instaló un puesto de mando avanzado en la zona del suceso.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, seguía anoche “al minuto” los datos que se iban conociendo del accidente a través de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se había desplazado hasta el lugar, donde también está el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Con ambos ha conversado telefónicamente también el rey Juan Carlos para interesarse por lo sucedido. Anoche se habilitó un teléfono de atención a familiares de las víct imas.
CLARIN
24-07-2013