Randazzo aprovechó las imágenes de los conductores durmiendo o distraídos para comparar la repercusión política que tuvieron Once y Castelar con el reciente desastre ferroviario de España: “Se debió a una falla humana, pero allí hubo una conducta de mesura tanto del oficialismo como de la oposición, y nadie salió a culpar a Mariano Rajoy”, el presidente español. Randazzo fue casi un testigo presencial del brutal accidente de Santiago de Compostela. Es que justo ese día se encontraba en España visitando a directivos de RENFE, la operadora trenes de España, para interiorizarse en sus políticas de capacitación, y firmar convenios de colaboración. “En España hay exigentes programas de selección, complementados con rigurosos exámenes psicológicos y físicos. Tiene una enorme experiencia, por lo que nos ayudarán a mejorar nuestra política de selección y formación técnica de conductores de trenes”, había asegurado el ministro. Sin embargo, la rigurosidad esta vez no fue tal: el propio maquinista confeso haberse distraído.
Clarín
01-08-2013