Bienvenido el tren

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Tras más de una década, el tren de pasajeros del Ferrocarril Sarmiento vuelve a recorrer el tramo Once Santa Rosa. En el medio, decenas de localidades pequeñas y medianas aplauden la reactivación de uno de los seis ramales de la red ferroviaria argentina, que comenzó a desmantelarse en los ’90.



Mañana, cuando empiece a amanecer, exactamente a las 6.31, la vieja estación de tren de Trenque Lauquen volverá a encenderse. Después de 13 años de silencio, un tren de pasajeros irrumpirá sobre las vías a grito de bocina, dejará a un puñado de viajeros sobre el andén y continuará camino hasta Santa Rosa.

Un anticipo de lo que será un momento histórico para tantos pueblos del interior de las provincias de Buenos Aires y La Pampa se vivió el miércoles pasado, cuando una formación de prueba pasó por Trenque Lauquen y convocó espontáneamente a vecinos, funcionarios locales, ex ferroviarios, descendientes de trabajadores del tren y chicos que salieron de los colegios para ver por primera vez al tren y aplaudir la llegada. Todo fue emoción, anécdotas y lágrimas porque detrás de ese arribo se amontonan historias de luchas íntimas e incansables. Como la de Silvia Reyes, una vecina hija de ferroviario que tomó esta bandera y es una de las grandes promotoras del regreso del tren. “Muchos creían que no se iba a lograr pero aquí está. Es un sueño cumplido gracias a todos los intendentes que se sumaron. No se trata de banderías políticas sino de pensar en la gente y luchar parejo. Es una emoción terrible”, clamó Reyes cuando trepó hasta uno de los vagones del tren recién llegado y recibió la ovación de la gente.

El andén se volvió el lugar de risas, abrazos, recuerdos y reencuentros. “Soy hijo, nieto y bisnieto de ferroviarios. Mi abuelo vino en 1902 de Bilbao contratado por una empresa inglesa y mi bisabuelo era maquinista en el País Vasco. Estoy emocionado y excitado por este regreso”, sostuvo Miguel Barrenengoa ante la flamante formación.

Heredera de una tradición ferroviaria, también Ana María Blasón, de 62 años, recordó su infancia en Marilauquen y La Gloria, donde su padre era jefe de estación. “Pasé toda mi infancia mirando el tren; me crié en los andenes, tomaba el arco cuando el maquinista tiraba una guía, aprendí telégrafo. Toda una vida típica de la hija de ferroviario”, recordó entre lágrimas.

El pasaje Once-Trenque Lauquen costará entre $ 140 y $ 185, es decir alrededor del 40% del valor actual del boleto del colectivo, confirmó ayer el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, en diálogo con Canal 12, la TV Pública Regional. Y es ahí donde reside gran parte del shock que genera en estas pequeñas comunidades el regreso del tren: abre una nueva posibilidad de transporte a bajo precio para familias enteras.

La formación de la línea del Ferrocarril Sarmiento viaja con máquina y vagones de origen chino y la prestataria del servicio es Ferroexpreso Pampeano. Está formada por un vagón dormitorio, tres pullman (uno de ellos con baño especial para discapacitados) cuatro coches de primera clase, un furgón de servicio y otro generador. Con una capacidad para 496 plazas, por ahora la frecuencia será semanal y se proyecta ir aumentándola gradualmente a medida que vaya mejorando la infraestructura y el estado de las vías en algunos tramos. “Ramal que arranca, ramal que no para nunca más. Pero queremos ser prudentes y brindar un servicio que realmente podemos garantizar”, dijo Randazzo.

Mientras tanto, en estos pueblos revive el ritual de antaño de congregarse en la estación a ver pasar el tren. A los que llegan, los que se van y muchas historias para contar.

Diario Bae 
03/10/2014