Los ex funcionarios rechazaron la acusación

ACTUALIDAD NACIONAL

Declararon los dos ex secretarios de Transporte. Jaime dijo que había cumplido con las normas, y Schiavi, que no tenía atribuciones para controlar la administración.


Los dos ex funcionarios nacionales de más alto rango que figuran como imputados en el juicio oral y público por la tragedia ocurrida el 22 de febrero de 2012 en la estación de Once, donde murieron 51 pasajeros, prestaron ayer declaración indagatoria y desestimaron las acusaciones en su contra. “Rechazo absolutamente las acusaciones, no tengo ningún tipo de responsabilidad. Cumplí con las normas, con mis obligaciones como funcionario y con las directivas del ex presidente (Néstor) Kirchner y de la presidenta (Cristina Kirchner) para recuperar nuestra Argentina”, afirmó el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Su sucesor en el cargo, Juan Pablo Schiavi, por su parte, aseguró ante los jueces que “el secretario de Transporte no tiene potestad para controlar la administración de una concesión. Eso se hace a través de la CNRT. Mi trabajo no era el de auditor del material rodante o el de controlar si los fondos del Estado eran aplicados a los fines a los que se habían destinado. No tenía competencia sobre esto y sí lo tenía para la supervisión del control, una tarea que se hizo y se hizo muy bien”.

El comienzo de las indagatorias tuvo ayer una demora, porque uno de los abogados querellantes, Gregorio Dalbón, pidió a los jueces la inmediata detención de Jaime, por el hecho de que figura como imputado en otra causa por supuesta administración fraudulenta en la concesión de la línea Belgrano Cargas. La solicitud fue rechazada por el fiscal Fernando Arrigo y el Tribunal Oral Federal II. Luego de disponer un cuarto intermedio para analizar el pedido, desecharon la postura del querellante.

Jaime sostuvo que durante sus seis años como secretario de Transporte –dejó el cargo en 2009– 4752 millones de personas viajaron en medios públicos y durante todo ese tiempo no tuvo que lamentar “una sola víctima por un choque de trenes”. Y agregó: “Por eso me cuesta entender por qué se me acusa de no haber cumplido con mis deberes de funcionario y el agravante de relacionarme con los fondos y también con el choque en forma directa”.

Consideró que por esas razones no puede “hacer una defensa jurídica porque esto no es una acusación jurídica”, sino que “se ha querido hacer un juicio político a las políticas de Estado del gobierno nacional”. El ex funcionario criticó al juez federal Claudio Bonadio, a cargo de la instrucción, por entender que “se politizó la causa a tal punto que se acusa a personas que dejaron los cargos en 2007 y 2009”.

“Nosotros decidimos subsidiar los transportesferroviarios como se hace en todo el mundo”, dijo Schiavi, quien en dos oportunidades pidió disculpas a familiares y víctimas del accidente. Tanto Jaime como Schiavi sostuvieron que en 2003 “literalmente no existía sistema ferroviario”, y cotejaron esa realidad con las renovaciones de vías y vagones, la implementación de la tarjeta SUBE y la más reciente adquisición de vagones chinos. “En el 2011 un día se incendiaron 15 vagones en un trayecto de cinco estaciones y, aunque nunca se supo quién había sido, se encontraron bidones de nafta y otros indicios de sabotaje”, dijo Schiavi.

Dijo que ese episodio “nos hizo reforzar las medidas de seguridad en la línea Sarmiento, cambiando los sistemas de señales, por ejemplo”, apuntó el ex funcionario, quien reiteró su opinión sobre el correcto funcionamiento de los frenos de la formación accidentada. “En estos accidentes suele tener gran incidencia el factor humano, como lo prueba la experiencia internacional. Nunca escuché a ningún político decir antes de la tragedia que el presupuesto ferroviario fuera insuficiente”, enfatizó el ex funcionario.

Schiavi defendió su gestión, entre los años 2009 y 2012, y afirmó que “no hubo desidia ni desapego”, rechazando así los términos de la denuncia en su contra. “Los cargos son falsos y lo quiero decir de manera taxativa. No entiendo por qué las autoridades políticas tienen que estar en este lugar”, dijo Schiavi en referencia al juicio. Luego aseguró que “el Ferrocarril Sarmiento no era un sistema de viaje inseguro”. Sobre el tren accidentado, recalcó que “estaba en condiciones de frenar, como lo muestran todos los informes” periciales.

Schiavi se solidarizó con los familiares de las víctimas y manifestó que tanto él como su familia, después de lo ocurrido, ya no eran los mismos. Al escuchar estas palabras, algunos familiares se retiraron, molestos, de los lugares que tienen asignados en la sala de audiencias. Schiavi también apuntó sus críticas al juez Bonadio. “A nadie nos sirve la frase esa de que no sabemos lo que pasó en los últimos 300 metros” del recorrido del convoy que se estrelló contra el paragolpes de la terminal ferroviaria de Once, en alusión a recientes declaraciones periodísticas de Bonadio.

“Bonadio buscó un juicio político a las políticas de Estado del gobierno nacional, pero ni el juez ni el fiscal (Federico Delgado) se atrevieron a decirlo”, había asegurado antes Jaime. Schiavi calificó de “taxativamente falsas” las afirmaciones del fiscal Delgado en el sentido de que había existido “desidia” y “de-sapego” en los controles ferroviarios. El ex secretario de Transporte Schiavi pidió disculpas por haber dicho en una conferencia de prensa posterior a la tragedia de Once que si ese día hubiera sido feriado las víctimas hubieran sido menos.

“Quiero pedir las disculpas del caso”, sostuvo al iniciar su indagatoria, y explicó que lo hizo porque durante el juicio familiares de víctimas le expresaron su malestar por sus dichos. El juicio continuará hoy a las 10, cuando comiencen a declarar los testigos. Los primeros serán algunos sobrevivientes del accidente; fueron citados ocho testigos.
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22/04/2014