Irresponsabilidad sobre rieles
Soy usuario frecuente del tren patagónico. Fui pasajero del tren que debía salir de Bariloche hacia Viedma el domingo 4/12 a las 17:00. Mi destino era la localidad de I. Jacobacci. Su partida efectiva se produjo a las 17:50 por desperfectos no aclarados a los pasajeros. La formación salió con una solo locomotora, lo cual me llamó la atención, dado que el tren incluía más coches pullman que los acostumbrados, dos bandejas porta-autos y vagones de carga. El tren siempre sale con dos locomotoras, para que una funcione como apoyo en las subidas de cuestas que debe sortear en su trayecto, ubicadas principalmente entre Bariloche y Clemente Onelli. Esto se debe al mal estado de las locomotoras; esas máquinas GM, en buen estado, pueden cargar hasta 250 vagones de carga, pero en las condiciones en las que se encuentran, no pueden arrastrar una mediana formación de pasajeros.
Ya se presentaron problemas para encarar esos tramos en subida antes de llegar a Pilcaniyeu. En Comallo, donde llegó con atraso, incorporó dos vagones de carga a la formación. (¿por qué el servicio de pasajeros cumple simultáneamente el servicio de cargas?) A unos 10 km aproximadamente de Comallo, se encuentra con una cuesta que no puede subir, pese a varios intentos que encararon los maquinistas, los que fueron percibidos por los pasajeros. Escucho por la radio del jefe del tren que volveríamos a Comallo con el fin de pedir una máquina a Jacobacci. (¿por qué la máquina estaba en Jacobacci si era conocido que el tren necesitaba ambas locomotoras?)
El tren comienza a volver MARCHA ATRÁS a Comallo, A MAYOR VELOCIDAD DE LA QUE IBA HACIA ADELANTE. El comando del tren se efectuaba con un operario situado en el último vagón, con una radio, informando del estado del trayecto. Era de noche, el último coche de pasajeros no posee reflector para poder iluminar el camino y el peligro que se nos presentaba era embestir un animal de gran porte como un yeguarizo o un vacuno y descarrilar, al no poder advertirlo con tiempo el operario que hacía de “ojos” de los maquinistas. ¿Por qué bajaba a esa velocidad, sobre todo sin visión directa de los rieles por parte de los maquinistas? ¿Funcionarían bien los frenos del tren?
Al llegar a un paso a nivel en Comallo, a unos 600 mts de la estación, el tren embiste a un automóvil Renault 18 de un joven poblador de Comallo, quien resultó milagrosamente con heridas leves al desviar el tren con el golpe al automóvil a un costado de los rieles (si el automóvil se hubiera trabado en los rieles, hoy podríamos estar lamentando víctimas mucho más graves). La velocidad del tren, si bien era menor en ese tramo, era la suficiente como para que fuera necesario que pasen tres coches (uno final de primera que fue el que embistió al automóvil, el comedor y el dormitorio) antes de que se pudiera frenar el tren luego de la colisión.
El joven conductor del automóvil, que resultó con daños relativamente importantes, subió ensangrentado al tren para lavarse, acompañado de los policías de consigna que viajaban en el mismo. Llegaron la policía, la ambulancia del hospital, nerviosismo. Luego, llegó a las 0:10 la locomotora solicitada a Jacobacci y reaunudamos el viaje a las 02:00, arribando a mi destino, Jacobacci, a las 4:25, cuando debía hacerlo a las 21:30 del día anterior.
Voy a formular esta denuncia a la CNRT y espero que los responsables de estas verdaderas barbaridades reciban el sumario y la sanción correspondiente, sin perjuicio de las sanciones penales que correspondan. Defiendo el ferrocarril como una gran posibilidad de comunicación para nuestra línea sur, como así su gestión por parte del Estado, pero no se puede admitir que un servicio de transporte público, que tiene que cuidar de las vidas humanas, se preste con semejante irresponsabilidad, a tal punto, que no puede garantizar ni siquiera una frecuencia de ¡un servicio semanal!. Finalmente, deseo que la próxima gestión gubernamental arbitre las políticas necesarias para disponer de un servicio ferroviario de calidad y seguridad.
Voy a formular esta denuncia a la CNRT y espero que los responsables de estas verdaderas barbaridades reciban el sumario y la sanción correspondiente, sin perjuicio de las sanciones penales que correspondan. Defiendo el ferrocarril como una gran posibilidad de comunicación para nuestra línea sur, como así su gestión por parte del Estado, pero no se puede admitir que un servicio de transporte público, que tiene que cuidar de las vidas humanas, se preste con semejante irresponsabilidad, a tal punto, que no puede garantizar ni siquiera una frecuencia de ¡un servicio semanal!. Finalmente, deseo que la próxima gestión gubernamental arbitre las políticas necesarias para disponer de un servicio ferroviario de calidad y seguridad.
Claudio Simari
08-12-2011