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Buenos Aires, Faro es un pequeño pueblo de tan solo 14 habitantes, ubicado a 13 kilómetros de la Ruta 3, al sur de la provincia de Buenos Aires y a 23 kilómetros de Coronel Dorrego, aunque no aparece en algunos mapas.
Ideal para los amantes de la tranquilidad y de la naturaleza, los habitantes del pueblo invitan a quien quiera compartir este singular lugar para volver a poblarlo.
El pueblo cuenta con Internet y sus habitantes han hecho un Museo en la vieja estación de tren. Hace dos años arreglaron la capilla; ahora tienen el propósito de hacer una sala de té en la antigua estación y una pulpería en la vieja dependencia policial, informó el periódico El Perfil.
“En Faro encontramos la tranquilidad, la tierra fértil. La calidad de vida es lo que nos empuja a soñar con un pueblo más numeroso y disfrutando de la naturaleza, algo que se ha perdido u olvidado en la vorágine de la vida mundana”, dijo Patricia Beliz quien se mudó hace dos años junto con su esposo, Daniel Tonelli, desde Bahía Blanca a Faro.
En este lugar se respira confianza, ya que todos sus habitantes se conocen y son como una familia, por lo que no acostumbran asegurar las puertas. Para ellos es impensable el tomar las cosas de los demás.
Alguna vez el pueblo llegó a tener 600 habitantes debido a la gran actividad económica producida por la estación ferroviaria, la cual cesó cuando el tren dejó de llegar al pueblo.
En aquel entonces, contaban con un hotel, restaurante, taller mecánico, zapatero, peluquería, bares, almacén de ramos generales, comisaría y hasta una central telefónica.
Hoy día, hasta las escuelas lucen vacías ya que solo hay cuatro estudiantes en todo el pueblo: dos de primaria y dos de preescolar; por eso les entusiasma la idea de recibir familias jóvenes con niños.
La mayor parte de los habitantes tienen más de 40 años, por eso están ta abiertos a recibir a la juventud.
Actualmente en Faro existen casas y terrenos a la venta. Algunas casas construídas hace menos de 3 años, otras reformadas, y terrenos en su mayoría de 25 x 50 metros, según informa El Federal.
“En la Estación soñamos instalar una Casita de Té, para realizar eventos mensuales como té, canasta, charlas, talleres, etc. En los salones de atrás queremos tener un salón de usos múltiples, biblioteca y reubicar el museo. En el patio colocar fogones y juegos para niños”, dice Beliz.
Así que si estás cansado del tráfico, la contaminación y el ruido de la ciudad y buscas un lugar tranquilo para vivir rodeado de la naturaleza y gente pacífica, esta puede ser una excelente opción. Un espacio donde tu y tu familia se pueden sentir seguros y tranquilos disfrutando del maravilloso paisaje.
¡Ya puedes ir pensando en todo para mudarte!
CRISTINA BAZÁN
lagranepoca
22/08/2017