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Mientras las comunidades de La Plata y Brandsen -secundadas por sus concejos deliberantes y otras instituciones- avanzaron en los últimos años en la reactivación del ramal férreo que unía a ambas ciudades, habiéndose obtenido, incluso, el aval de importantes dependencias nacionales que mostraron su interés por la recuperación de ese servicio, un insólito obstáculo se ha venido erigiendo a través de las usurpaciones que afectan a las estaciones de trenes de ese ramal y con asentamientos habitacionales que no cesan de crecer sobre las vías.
Está claro que estas acciones irregulares no sólo no se condicen con el esfuerzo institucional desplegado en los últimos años, sino que también incorporan una dificultad más para la concreción de un proyecto impulsado en las últimas dos décadas.
Tal como se informó en este diario, el sueño de volver a unir La Plata con Brandsen sobre rieles, atravesando Lisandro Olmos, Melchor Romero y Abasto no se detiene, pero encuentra obstáculos. Ocurre que, según denunció una agrupación vecinal vinculada a la reactivación del ramal, aparecieron nuevas construcciones en inmediaciones de la estación de 171 y 516. La denuncia la formuló la Junta Vecinal por la Reactivación del ramal La Plata Brandsen, que además anticipó que en estas jornadas mantendrá una reunión en la subsecretaría de Planeamiento Urbano y Desarrollo Económico del Municipio, para retomar las gestiones destinadas a lograr la vuelta de los trenes metropolitanos para el partido de La Plata.
La junta vecinal expresó su preocupación por la falta de protección de las propiedades ferroviarias por parte de las autoridades estatales correspondientes, que ha facilitado que se continúe construyendo casas sobre las vías de este ramal que se pretende reactivar. En las últimas semanas se detectó la construcción de nuevas edificaciones en donde funcionó la Estación de Melchor Romero. Tal como se sabe, representantes de esa junta llevaron el reclamo a las autoridades policiales de la comisaría 14ta y de la Delegación Comunal, pero no se obtuvo apoyo por considerarse que el problema es de jurisdicción nacional.
Se sabe que la ocupación de tierras y propiedades del ferrocarril originó diversas denuncias. Los vecinos reseñaron que en alguna oportunidad intervino Gendarmería, pero la inquietud resurgió porque después se dejó avanzar las ocupaciones de tierras y del predio ferroviario prácticamente no queda nada, aseguraron. En ese marco, desde la Junta Vecinal subrayaron que la presencia de asentamientos en las tierras cruzadas por las vías obstaculiza el proyecto que procura rehabilitar el ramal, que ya sumó diversas adhesiones y concitó el interés de las autoridades nacionales.
Es incontrastable que las demandas habitacionales de familias indigentes deben ser respondidas desde el Estado. Pero lo que no puede admitirse es la usurpación sistemática de tierras o de inmuebles particulares o fiscales. En el caso de las tierras e instalaciones que pertenecen al ferrocarril, es de sana administración que el Estado haga lo necesario por mantener intangibles propiedades que, en alguna oportunidad, podrán ser rehabilitadas para que cumplan su antigua función o, eventualmente, para asignarlas en forma ordenada a otra finalidad. Pero también resulta inadmisible que una propiedad nacional, sostenida desde su origen por el impuesto de los contribuyentes, no sea protegida en forma constante y meticulosa por las administraciones responsables.
El Día
17/02/2016