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EL TRIBUNO
Un mando de dudas cubrió ayer la reactivación del ferrocarril Belgrano Cargas, al igual que la construcción de las dos represas en la Patagonia. Ayer se conocieron estrictas condiciones que impuso China para otorgar los préstamos para ambos proyectos y el riesgo que corren si el país entra en default por el conflicto con los fondos buitre.
A primera hora, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich descalificó ayer la versión periodística sobre el convenio con Pekín.
“La Argentina está cumpliendo todos los requisitos para garantizar” que se otorguen “los desembolsos provistos para el financiamiento” de dos represas e INVERSIONES para el Belgrano Cargas, dijo Capitanich durante su conferencia de prensa que todas las mañanas.
Las dudas sobre la llegada de los préstamos están vinculadas con las condiciones de los acuerdos que se contradicen la postura del Gobierno en la lucha con los fondos buitre.
El convenio con China prevé Argentina debe renunciar a su inmunidad y aceptar someterse a tribunales judiciales internacionales en caso de juicios o para arbitrajes. Tanto para las represas como para el Belgrano Cargas, si surgen diferencias deberán dirimirse en París, en la Cámara de Comercio Internacional. Además, el país se obliga a cumplir con sus deudas soberanas, es decir, no caer en default. Si esto sucediera, China podría reclamar el total de la deuda, una cláusula de aceleración similar a la que beneficia a los holdouts.
Los tramos y su recuperación: según Belgrano Cargas y Logistica SA, faltan 6 meses para completar las obras en ejecución sobre 400 km de vías. Lo financia CAF
Muy vinculado a este punto figura otra cláusula: la Argentina se compromete a ser un “miembro en buenas condiciones del Fondo Monetario Internacional”, algo que el Gobierno aún está gestionando. Ya dio dos pasos: el arreglo con el Club de París y el nuevo índice de precios.
Otro ítem es que la Argentina deberá informar “inmediatamente” a China, sobre cualquier “litigio, demanda, investigación o arbitraje” que afecte al país. Lo inmediato es estricto: solo dispondrá de cinco días hábiles.
Ayer Capitanich minimizó la polémica al asegurar que cuando se firmaron los acuerdos “la situación de avance” en la disputa con los holdouts “era clara, objetiva e indubitable”.
Y remarcó que “ninguna de esas cuestiones obstaculiza la ejecución del préstamo” porque “las cláusulas estaban establecidas y negociadas entre las partes” desde julio. De hecho, los presidentes Cristina de Kirchner y Xi Jinping firmaron los acuerdo el 19 de ese mes.
“Cuando hubo reuniones del G77+China, la posición fue unánime en apoyo a la República Argentina. Cuando vino el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, dijo precisamente que daba un respaldo unánime a la Argentina en la disputa con los fondos buitre”, añadió el jefe de Gabinete.
Capitanich también sostuvo que ambos países están “trabajando en una agenda bilateral” de los requisitos para garantizar el desembolso del dinero.
“Primero, tenemos una operación de la ejecución de swaps. Segundo, tenemos el préstamo de 4.700 millones de dólares para las dos represas y el de 2.099 millones de dólares para el Belgrano Cargas”, precisó el jefe de ministros.
El tren carguero
Desde hace una década el Gobierno nacional viene anunciando el proyecto para reactivar el ferrocarril Belgrano Cargas. Sin embargo, recién en los últimos dos años se aceleraron los tiempos y se vieron obras en el terreno, aunque lo que se hizo hasta ahora fue con fondos de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
Entre 2011 y 2012 se licitación y adjudicaron obras que permitieron reactivar 400 kilómetros de vía en el tramo llamado “T” que une Rosario (Santa Fe), Barranqueras (Chaco) y Embarcación (Salta), explicó a El Tribuno, el presidente de Belgrano Cargas y Logística, Marcelo Bosch.
“Ahora tenemos abiertas licitaciones para renovar a nuevo y mejorar otros 990 kilómetros con lo que vamos a completar la denominada T que es el ramal cerealero y destinado a las economías regionales del norte”, añadió.
27/08/14