RIO NEGRO
La odisea de 173 pasajeros que viajaban en la formación del Tren Patagónico que descarriló en la madrugada de este lunes en cercanías de Ramos Mexía culminó pasadas las 15, cuando las últimas 130 personas llegaron a Viedma a bordo de combis y colectivos.
El tremendo accidente que provocó que sendos rieles se incrustaran en el lateral de un vagón de encomiendas fue después de las 3 y obligó a que desde la empresa provincial se dispusieran vehículos de transporte automotor para que los viajeros llegaran a sus lugares de origen.
Los que arribaron a la estación viedmense no podían ocultar su malestar. Algunos radicaron sus quejas en el libro para tal efecto y amenazaron con otras acciones posteriores para difundir lo ocurrido, exigir resarcimientos y requerir que nunca más vuelva a producirse una situación semejante.
A lo acontecido en plena Línea Sur, a unos 30 kilómetros de Ramos Mexía, se sumaron la espera de más de cinco horas hasta que llegaron los vehículos de traslado y además algunos inconvenientes que se dieron en los micros. Varios se quejaron de problemas con la calefacción que originaron que los transportados se descompusieran de calor.
“La gente estaba tranquila, no sé si es porque estamos acostumbrados y ya nos subimos al tren pensando que puede pasar algo“, sotuvo una pasajera. “El riel atravesó ese vagón, pero si hubiera sido el de al lado, que era el camarote, estábamos hablando de una tragedia”, agregó.
Agencia Viedma.-
11-06-14