Un desperfecto en una formación de la línea B de subtes, que se detuvo metros antes de llegar a la estación Pasteur, terminó ocasionando ayer una suerte de reacción en cadena. Usuarios enojados que viajaban en otro tren, ante la interrupción del servicio, increparon a los metrodelegados y rompieron vidrios en las boleterías de la estación Medrano.
Los pasajeros de la formación que se detuvo en el túnel a metros de Pasteur fueron ayudados a salir por personal de bomberos y del SAME.
En la estación Medrano, en tanto, 14 personas tuvieron que ser atendidas por el SAME al presentar sofocones y crisis de nervios, según se informó oficialmente.
Los incidentes comenzaron a las 9.10 de ayer cuando una formación quedó detenida a mitad del túnel entre las estaciones Callao y Pasteur, rumbo a Villa Urquiza, y el personal de Metrovías ordenó, por seguridad, la evacuación de los usuarios.
Según la concesionaria, tras el incidente, a las 9.27 se inició un servicio corto entre las estaciones Rosas y Medrano, que se vio interrumpido a las 9.50 porque hubo incidentes con usuarios que se negaban a descender de la formación en Medrano. "Hombres y mujeres furiosos destrozaron los vidrios de una de las boleterías. Incluso, una empleada de Metrovías debió ser atendida por una crisis nerviosa", dijo un testigo.
"Ante la imposibilidad de solucionar el desperfecto rápidamente, se decidió llevar a cabo una evacuación en la estación Pasteur de los pasajeros que iban a bordo, de acuerdo con las normas y procedimientos de seguridad operativa. Por eso se realizó un corte total de energía en la línea y se convocó al SAME y a fuerzas policiales, aunque no hubo heridos", indicaron desde Metrovías. El servicio en la línea B volvió a funcionar normalmente a las 10.10.
El delegado gremial de la línea B y candidato a senador por el MST, Claudio Dellecarbonara, dijo a LA NACION que hubo "algunos incidentes entre los usuarios, pero menores".
Los enojados pasajeros, sin embargo, interpelaron a gritos a los metrodelegados, a quienes acusaban de ser los responsables de gran parte de las fallas en el servicio de la línea B.
Los gremialistas, en tanto, insisten en que el problema en ese ramal es la falta de formaciones para satisfacer la demanda en la hora pico. "Si no suman más trenes, es imposible que la gente viaje bien", dijo Dellecarbonara.
Respuesta
El jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, salió al cruce del dirigente gremial y dijo que "Dellecarbonara está todo el tiempo quejándose y no ayuda, porque es muy poco constructivo".
Larreta recalcó que la Ciudad está encarando una política respecto del subte porque es "un sistema de transporte en el que viaja más de un millón de personas por día".
Distintos funcionarios porteños insistieron ayer en que sumarán una formación en la línea B antes de finales de año y otras dos entrarán en servicio en marzo próximo, según fuentes oficiales.
La Nación
03-04-13