El maquinista ocupaba la cabina del Belgrano cargas al circular entre Santa Lucía y Retiro
a falta de mantenimiento en la traza del tren se cobró una nueva víctima: un maquinista del Belgrano cargas murió tras incrustarse una rama de un árbol en su cabina mientras iba manejando.
El sindicato de conductores de trenes, La Fraternidad , liderado por Omar Maturano, manifestó hoy su "profunda consternación e indignación en la familia fraternal" por la muerte del compañero Ángel Antonio Zelaya, quien falleció esta madrugada producto del ingreso violento de dicha rama.
Maturano expresó que "el hecho desnuda una vez más el grado de indefensión y precariedad en que desarrollan sus actividades los conductores de trenes en la República Argentina".
El convoy del Belgrano Cargas y Logística que circulaba desde la localidad bonaerense de Santa Lucía con destino a Retiro en la Capital Federal, ingresó a una zona de vía que por desatención y falta de mantenimiento, proliferan los ramajes, convirtiendo a la traza en un túnel vegetal.
Desde el sindicato detallaron que "varias de esas ramas fueron presionando sobre el costado de la locomotora, una de ellas haciendo presión sobre rejas y ventanas fue la que ingresó a la cabina provocándole heridas cortantes y profundas en sus ojos. Luego de luchar por salvar su vida y evitar el desangrado, el conductor falleció ante la impotencia de su compañero de cabina que intentó en todo momento ayudarlo" argumentaron en un comunicado difundido ayer.
En diálogo con LA NACION, Horacio Caminos, secretario de Prensa de La Fraternidad , se manifestó indignado por la falta de mantenimiento del entorno en el que circulan los trenes. "En algunos lugares hay montes que tienen que ser podados para que pueda transitar el tren. Lo que ocurre es que se arma una especie de túnel y el tren avanza y va rompiendo las ramas. Las ramas secas van arrastrándose al paso de la locomotora y, esta vez, una ingresó, rompió la reja, la ventana y dio de lleno en la cara del compañero", relató.
Caminos se manifestó consternado. Consideró que no es justo que por un lado haya este nivel de abandono y, por otro, se hagan anuncios rimbombantes. "La actitud política del gobierno es repugnante, porque estamos condenados a trabajar en empresas devastadas donde los maquinistas soportan una actitud de persecusión", consideró.
La Nación
25-09-13