“EL TRASLADO PODRÍA HACER DESAPARECER EL SERVICIO FERROVIARIO”

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El jefe de la Estación de Ferrocarril, Hugo Urrutia, en representación de la empresa Ferrobaires, consideró “una locura” el proyecto impulsado desde el oficialismo, del traslado del servicio y la apertura de calles en esa zona. Afirmó que de concretarse, “desaparecería casi el servicio ferroviario”. Por el momento, dijo que del Municipio “nunca nadie me llamó ni me consultó nada al respecto”.
Se dijo así en total acuerdo con lo ya expuesto por los vecinos desde la asamblea de la Estación, quienes inclusive se han acercado a él para consultarle sobre ello, como así también con el ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia, Alejandro “Topo Rodríguez”, quien consideró que quitar la estación “no tiene ni pies ni cabeza”.
En diálogo con El Eco de Tandil, Urrutia manifestó en principio que “lo que se está pensando es muy precario en el sentido de querer sacar la estación del lugar porque hay que ver que si hay un proyecto como se dijo o se anunció en su momento, tiene que haber algo en concreto, sino no es un proyecto. Se están construyendo castillos en el aire o se está improvisando”.
No obstante ello, lanzó que de llegarse a concretar el traslado de la estación, que lo ve imposible, “desaparecería casi el servicio ferroviario, y esto no lo digo de forma extremista, sino que para hacer un traslado de una estación, hay que construir una nueva. Y el que realizó el proyecto ya sabe a dónde va a ir la estación nueva y no lo dice. Eso no me incumbe a mí, eso lo tienen que decir ellos”.
Urrutia advirtió en ese sentido que el proyecto “ya está hecho y no es de 2007, sino que la idea viene desde mucho antes. Yo ya me había enterado hace mucho tiempo atrás, pero uno puede salir al ruedo sin pruebas y además con el tiempo se sabía que en algún momento iba a salir a la luz”.
En medio del debate, planteó que “de sacar la estación, se tiene que trasladar a otro lugar, al trasladarla, se tiene que hacer la construcción nueva, no sólo de la estación sino también del galpón de la locomotora, de mesa giratoria y de cambio de trazas de la vía porque no nos olvidemos –aclaró- de que la vía que pasa por enfrente a la estación, no sólo nos comunica con Constitución, sino también que va a la parte de Juárez, y al sur de la provincia de Buenos Aires”.
En consecuencia, sostuvo que “si nosotros cambiamos de lugar el edificio, tenemos por consiguiente que cambiar sí o sí las trazas de las vías. Que de eso no se habla, no es solamente que van a hacer el traslado de la estación, desaparece todo acá. Las vías y todo”.
“Por eso –tal vez- se filtra que puede haber algún emprendimiento privado, de que el día de mañana haya alguna construcción edilicia acá”, lanzó.
Una inversión “millonaria”
Por otro lado, coincidió con el profesor Hugo Mengascini de la asamblea del barrio de la Estación en que, en el supuesto caso en que avance efectivamente el proyecto, la inversión del traslado sería “millonaria”, sumando además el interrogante sobre quién realizaría la obra porque planteó que no hay que olvidarse de que cuando el ferrocarril se privatiza, parte de infraestructura, tanto edilicia como de vías, quedó “un poco a la deriva por falta de inversiones”.
Por lo tanto, Urrutia sostuvo que “si no hay inversiones para hacer las reparaciones necesarias para que circulen los trenes con mayor seguridad de la que hoy circulan, imagínense cómo hacer una traza nueva de vías”.
Debatir alternativas
Concordó también con Mengascini en que, en todo caso, las propuestas en torno al barrio y particularmente sobre la estación deberían ser debatidas entre los diversos actores para conocer así las posibles miradas sobre el tema y advirtió que “primero hay que fundamentar un poco lo que uno expresa”.
“Porque –aclaró- acá se está hablando de que en su momento era estación de carga. Primero y principal, la carga del ferrocarril nunca necesitó una estación, es decir, la estación es exclusivamente destinada a los pasajeros, que el predio haya sido usado para los cargas, es otra cosa”.
En la antigüedad, Urrutia señaló que “el ferrocarril tenía una playa de clasificación, que era donde se hacía la parte de cargas, cuando se privatiza, la parte de cargas se traslada a la estación pero es usada en forma de pasada solamente, no hay ninguna formación de trenes de cargas que se haga acá en el mismo predio. Por eso, es una estación que está destinada a los pasajeros; no a los cargas”.
Con miras a la integración
Por otro lado, el jefe de la estación de trenes contó que actualmente el servicio que conecta a Tandil con Constitución está “en su tope máximo de uso”, con una buena repercusión, tanto en el sentido de los horarios implementados como también en lo económico. “Esa es otra realidad, nosotros estamos cobrando el pasaje 120 pesos a Buenos Aires, y un remís -desde el lugar en donde saben que va a estar la estación-, les va a salir 80 pesos”.
Por lo tanto, trazó que “al contrario, si quieren a visión de futuro, lo que tienen que hacer es una pequeña estación en otro lugar de Tandil, como puede ser también en Cerro Leones, y usar trenes eléctricos para traer gente porque no nos olvidemos de que también, cuando llueve, hay gente de barrios periféricos que se anegan, donde no hay servicio público porque está concentrado dentro de las principales avenidas de Tandil. Entonces tenemos que aprovechar un poco las vías que tenemos”.
En consecuencia, insistió en que “hay muchas cosas que se pueden y por eso estoy de acuerdo en lo que dice Hugo (Mengascini) en que los distintos actores se reúnan y consensuemos, hablemos y nos interioricemos”.
La potestad del predio
Por otro lado, Urrutia confirmó que el predio del ferrocarril “es un terreno fiscal y por consiguiente es del Estado. Han hecho una presentación en la Gobernación con la intencionalidad de correr la estación, pero en su defecto es la Nación la que tiene poderío sobre esto, es decir, hay distintos protagonistas que tienen que intervenir, no es una determinación arbitraria que se toma y de decir: `hago esto, saco esto y pongo lo otro´”.
“Por eso –subrayó- hay que ver después cómo es el tema de la futura construcción, de la futura traza de las vías. No nos olvidemos que nosotros tenemos ramal para Juárez, Quequén y Necochea, y que involucra a las localidades de Gardey y Vela, que hoy estamos circulando con el Tren Turístico”.
En conclusión, el jefe de la Estación expresó que está “totalmente de acuerdo con lo que se ha hablado, que es una locura trasladar la estación porque implicaría mucho gasto, habiendo otras prioridades, que eso es lo que también propone la mayoría de la opinión pública” y deseó que el proyecto del oficialismo “no sea la realidad porque donde aflojemos un poco y empiecen con la ejecución, ya no hay vuelta atrás”
“Simplemente hay que salir y recorrer el barrio”
En particular, sobre la apertura de calles en la zona con el fin de descongestionar y mejorar el flujo del tránsito vehicular, que mencionó el secretario de Planeamiento y Obras Públicas, Mario Civalleri, Hugo Urrutia lanzó que “con ello directamente ya estamos dando a entender que desaparecen todas las vías” porque remarcó que “según la ley, cada 100 metros no puede haber un paso a nivel. No soy ingeniero ni la palabra autorizada para opinar, simplemente uso la razón para decir qué calle abro: ¿Alsina, 4 de Abril, 11 de Septiembre, Roca? ¿Y a dónde desembocamos? Sólo hay que salir y recorrer el barrio”.
“Por ejemplo –mencionó- en 11 de Septiembre nos chocamos con el Club Ferro, en Alsina nos chocamos con la Usina, y ¿cómo hacemos para la circulación vehicular que en Tandil es bastante amplia? Esto, reitero que es una opinión muy personal, pero si quieren integrar tanto a Villa Italia Norte, como tanto se habla, ocúpense de los pasos a nivel que están cerrados: Vicente López, Ugarte, Movediza, Mosconi, hay un montón de obras que se pueden hacer”
“No sólo hay que preservar la Estación, sino potenciarla”
El jefe de la Estación de Ferrocarril sostuvo entonces que no sólo está de acuerdo y defiende la preservación del predio, sino que también “hay que potenciarlo” y, en ese sentido, afirmó que “hay que usar la estación como algo que tiene que englobar a todo el resto, es decir, vos ponés un tren eléctrico desde Cerro Leones que recorra todos los barrios que circundan las vías y traés otro desde Villa Aguirre Norte, de La Tandilera, barrios que están exceptuados de recibir al transporte automotor”.
“Es decir –fundamentó- se puede hacer una cosa integradora. No considero que la estación sea un entorpecimiento para el flujo vehicular”.
Porque -en todo caso- planteó que “la Plaza Independencia podría llegar a ser una barrera natural, si no tenemos para dar la vuelta; el Club Independiente; el Hotel Libertador, tenemos muchas barreras naturales, como el predio de Obras Sanitarias que hay una salida a la ruta, como se le denomina a las curvas de Obras Sanitarias, y no hay salida porque es contramano”.
Por lo tanto, planteó que “primero veamos qué podemos hacer para solucionar los problemas que tenemos; no traer otro problema a la ciudad. Y ni hablar de la parte ambientalista –puntualizó-, la estación de trenes funciona como un pulmón en la ciudad, si la llenamos de edificios, negocios, cosas lindas, ya perdemos la función ambientalista que cumple como espacio abierto”
El Eco  de Tandil
03/09/15