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La estación (también llamada “del Fin del Mundo”) del Ferrocarril Austral Fueguino, o el Tren del Fin del Mundo, como lo llaman, está a 11 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, adentrándose en el Parque Nacional Tierra el Fuego.on frío, nieve, viento, lluvia o sol, todos los días salían, se subían a los vagones donde eran engrillados y partían hacia el bosque a trabajar. Duro trabajo el de leñador, sobre todo con las inclemencias del clima, pero allá iban, contentos, porque esas salidas eran lo más parecido a la libertad que podían vivir.Eran los presidiarios de la Cárcel del Fin del Mundo, que subían al Tren del Fin del Mundo, para ir a buscar la leña necesaria para calefacción, para cocinar y para generar electricidad. Le decían el “tren de los presos” y es una de las excursiones que no se pueden dejar de hacer en Ushuaia.La estación (también llamada “del Fin del Mundo”) del Ferrocarril Austral Fueguino, o el Tren del Fin del Mundo, como lo llaman, está a 11 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, adentrándose en el Parque Nacional Tierra el Fuego.Con puntualidad europea, el convoy de trocha angosta, con locomotoras a vapor y cómodos y vidriados vagones, parte de la estación por el mismo recorrido que hacían los presos, hace más de 100 años.La formación se interna en el Cañadón del Toro, sigue el zigzagueante curso del río Pipo, por un valle de una belleza impactante, entre bosques de lengas donde aún quedan los restos de los árboles talados por los presos. En medio de esa postal blanca, se ven tropillas de caballos de largos pelos que escarban con sus cascos la nieve en busca de los pastos tiernos.Hay una primera parada, en la Cascada Macarena, donde es posible descender del tren y hacer trabajar a destajo las cámaras fotográficas. Los paisajes son increíbles.El viaje continúa por unos dos kilómetros más hasta la estación Parque, donde termina su ruta. El recorrido del tren es de 14 kilómetros en total, siete de ida y otros tantos de vuelta.Allí, en estación Parque, la locomotora se desprende de los vagones, gira y se ubica en el otro extremo, en sentido contrario, para iniciar el viaje de regreso.Una alternativa, la que se adoptó, es continuar por tierra hacia la bahía Lapataia, donde está el cartel mencionado al comienzo de la nota que marca el fin de la ruta 3 y el punto más austral del continente. La foto obligada es esa, al lado del cartel.
Danza con lobos
Otro paseo recomendable para disfrutar del sur extremo, es Valle de Lobos, a 19 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, a poco de superar el centro de esquí de Cerro Castor.
Al llegar, le saldrá al encuentro un hombre barbado, de sonrisa rápida y gestos amables. Él, en sí mismo, es digno de ser conocido. Se trata de un personaje, de apellido Curuchet y de apodo, Gato.Obviamente, la pregunta obligada es si tiene algún parentesco como los Curuchet de Córdoba. Bueno, sí; es primo de los ciclistas y sobrino de Alfredo “Cuqui” Curuchet, el abogado asesinado por la triple A. Desconoce si es pariente del otro Curuchet famoso por estos lados, Eduardo, el exlocutor y periodista.¿Y qué se puede hacer en Valle de Lobos? Bueno, es un sitio para disfrutar de la nieve, de varias maneras. El principal atractivo son los paseos en trineos tirados por magníficos ejemplares de Siberian Huskies y Alaskan Huskies, perros de trineo usados como medio de locomoción por pueblos originarios, como los Inuits (esquimales) en Alaska. Al margen de esta actividad, y en base a una experiencia familia, el Gato Curuchet pone los perros a disposición para aplicar técnicas de zooterapia. Emociona escuchar el relato del Gato sobre esas vivencias.También se pueden realizar caminatas en la nieve con raquetas y paseos al volante de los vehículos Commander 4X4. Pero, luego del frío y de la nieve, viene un reconfortante final con un cordero asado o uno de los mentados guisos del Gato, en el Bodegón. Aproveche la oportunidad y hágalo hablar sobre el primer sudamericano en correr la última Iditarod, la gran carrera de 1.800 kilómetros en Alaska, que no es otro que él mismo. Y también de la fuerte experiencia del trabajo de los perros con niños discapacitados; de las vivencias en el extremo sur del país, y de cosas de la vida. Vale la pena,
El faro del fin de mundo
Y estando en Ushuaia, no puede faltar la navegación por el canal de Beagle, en un catamarán que lo llevará por el borde exacto de la línea imaginaria entre Argentina y Chile, hasta la isla de los Lobos, la isla de los Pájaros y el faro Les Eclaireurs, al que muchos erróneamente llaman “del Fin del Mundo”.El auténtico Faro del Fin del Mundo está ubicado en la Isla de los Estados, funcionó entre 1884 y 1902 y fue reconstruido y puesto en servicio nuevamente en 1998. El de Les Eclaireurs, que es el que se visita, está en funcionamiento desde 1920. En la isla de los Lobos el barco se acerca a la costa para que, desde cubierta, los turistas tengan una vista clara de los ejemplares de lobos marinos. Pero hay que ser respetuosos con los animales en su hábitat natural y se recomienda guardar silencio.En la isla de los Pájaros, también de cerca y en silencio, se pueden ver cormoranes, Magallánicos e Imperiales, y otras aves del tamaño de una gallina y plumaje blanco. Son palomas antárticas, que en invierno viajan los 1.000 kilómetros que separan el continente de la Antártida y comparten la isla con los cormoranes.Al regreso, si tiene suerte, podrá ver una de las puestas de sol más maravillosa que se pueda imaginar y la ciudad de Ushuaia que comienza a iluminarse. Final de película.
Lo que hay que saber
Cómo llegar. Con LAN, vía Buenos Aires. La tarifa Córdoba / Buenos Aires / Ushuaia es desde $ 4.912.
Alojamiento:
Las Hayas Ushuaia Resort, 5*, habitación estándar, $ 1.200 por persona, por noche, base habitación doble.Family plan, categoría Junior Suite, base doble, por persona, $ 1.413. Se alojan dos adultos y dos menores de 12 años (sin cargo). En ambos casos, tarifas válidas hasta el 15 de octubre, incluye WiFi, desayuno bufet y libre acceso al spa y fitness (www.lashayas.com.ar)La cadena Tremun Hoteles tiene otro establecimiento en Ushuaia, Los Acebos, ubicado a pocos metros de Las Hayas, un hotel 4* que está siendo reinaugurado por estos días (www.losacebos.com.ar). Si tiene que hacer una noche en Buenos Aires, el Buenos Aires Grand Hotel, avenida Las Heras 1745, Recoleta, es una excelente opción por su cercanía con Aeroparque. Tarifa por noche, habitación doble, desde $ 1.450 (en julio).
Excursiones:
Navegación a islas de Lobos, de los Pájaros y faro: $ 600 (no incluye tasa de puerto ni traslados al muelle).
Tren del Fin del Mundo y Parque Tierra del Fuego: $ 1.000 (no incluye entrada al parque). www.tolkeyenpatagonia.com
Tren del Fin del Mundo: viaje ida y vuelta (14 km), $ 400 por persona.
Valle de Lobos:
Excursión en Commander 4x4, por persona, $ 400; paseo en trineo, $ 500 por persona www.valledelobos.com
CORDOBA
(La Voz)
06/07/2015